Tradicionalmente ha sido, y es hoy en día práctica habitual en España solicitar a los pacientes que se mantuviesen en ayunas entre 2 y 6h, según protocolos, antes de someterse a estudios que requiriesen la administración de contraste intravenoso, tanto de TC como de RM. Los medios de contraste de generaciones anteriores tenían como efecto secundario relativamente frecuente las náuseas e incluso vómitos, lo que en placientes en posición en decúbito y con el estómago lleno, puede connlevar un riesgo de neumonía aspirativa.
Gracias a los avances en materia de contrastes, los contrastes intravenosos administrados hoy día para estudios de TC y RM no presentan este riesgo, y de hecho permitir que los pacientes acudan a la prueba tras haber comido disminuye la incidencia de náuseas. Es por ello que las últimas guías de evidencia científica, entre las que se encuentran las de la ESUR (European Society of Urogenital Radiology) y las de la ACR (American College of Radiology) ya recomiendan no implantar de rutina las ayunas para estos estudios, reservando las ayunas como preparación previa únicamente para estudios seleccionados, como por ejemplo los TC para valoración del tracto gastrointestinal o la vesícula biliar,
No hay comentarios:
Publicar un comentario